Origen del árbol de Navidad
Actualmente el árbol de Navidad es un símbolo central de las celebraciones navideñas y su origen se encuentra en tradiciones antiguas, muchas de ellas previas al cristianismo. Su evolución mezcla elementos paganos, cristianos y culturales.
En muchas culturas antiguas se rendía culto a los árboles, especialmente a los árboles siempreverdes (como abetos y pinos) los cuales eran símbolos de vida, fertilidad y renovación. Durante el solsticio de invierno se usaban para representar la persistencia de la vida en medio del invierno, una promesa de que la primavera llegaría.
Los germanos y escandinavos, además del culto a los árboles, colocaban ramas de plantas perennes (como acebo o muérdago) en sus hogares como protección contra espíritus malignos y para honrar a los dioses. En el festival nórdico de Yule, se decoraban árboles como tributo a la naturaleza.
Cuando el cristianismo se expandió por Europa, muchas prácticas paganas se adaptaron a la nueva religión.
Según una leyenda, en el siglo VIII, el monje cristiano San Bonifacio evangelizó a las tribus germanas y utilizó un abeto para explicar la Santísima Trinidad. Según la tradición, derribó un roble que era venerado por los paganos y plantó un abeto en su lugar, declarando que este árbol siempre verde simbolizaba el amor eterno de Dios y argumentando que su forma triangular representaba la Santísima Trinidad.
Con el tiempo, el árbol perenne comenzó a asociarse con el nacimiento de Cristo, reemplazando los símbolos paganos originales.
Evolución del árbol de Navidad
–Edad Media: En Europa central, especialmente en Alemania, se usaban árboles en las representaciones de los “misterios” bíblicos. El “árbol del Paraíso”, decorado con manzanas y galletas, simbolizaba el Jardín del Edén.
–Renacimiento: Hacia el siglo XVI, los hogares alemanes comenzaron a decorar árboles con velas, frutas, nueces y figuras de papel para celebrar la Navidad. Se dice que Martín Lutero fue uno de los primeros en añadir velas al árbol para simbolizar las estrellas del cielo.
–Siglo XIX: El árbol de Navidad se popularizó en otros países gracias a la influencia de la realeza europea. En Inglaterra, el príncipe alemán Alberto, esposo de la reina Victoria, introdujo la tradición en la corte británica, convirtiéndola en un símbolo de la Navidad victoriana.
En Estados Unidos, los inmigrantes alemanes llevaron la costumbre, que ganó popularidad rápidamente en el siglo XIX.
Desde entonces, el árbol de Navidad se consolidó como un símbolo universal, decorado con luces, adornos y a menudo coronado con una estrella o un ángel.
¿Cuándo se debe poner y quitar el árbol de Navidad?
En muchos países, el árbol se pone al inicio del Adviento, que comienza el cuarto domingo antes de la Navidad (entre el 27 de noviembre y el 3 de diciembre).
Sin embargo, otra tradición indica que el árbol se debe colocar el 8 de diciembre, en la festividad de la Inmaculada Concepción, especialmente en países de tradición católica.
Tradicionalmente, se retira el 6 de enero, durante la festividad de la Epifanía o Día de los Reyes Magos. Este día marca el final del tiempo navideño en el calendario litúrgico.
En algunas culturas, se extiende hasta el 2 de febrero (Día de la Candelaria), que concluye oficialmente el período navideño.