Los gatos amasan por un reflejo de cuando eran cachorros y lo hacían en la teta de su madre al ser amamantados. Y lo mantienen de adultos cuando están contentos, cómodos, confiados y como muestra de afecto.
Antes de tumbarse a dormir, no es raro ver que amasan su cama si consideran que no es lo suficientemente cómoda.
Curiosamente, este comportamiento se conserva hasta la adultez, incluso en gatos que fueron destetados prematuramente o criados a biberón. Cuando un gato adulto amasa, suele ser un indicativo de que se siente seguro y a gusto en su entorno. Los gatos suelen amasar sobre los lugares en los que planean descansar o sobre las personas a las que están especialmente apegados. Este acto puede interpretarse como una señal de que el gato se siente en un ambiente tan confortante y amoroso como lo fue el de su madre.
Además de esto, amasar tiene una función práctica para los gatos, ya que de esta manera suavizan y acomodan el lugar donde van a descansar. Este meticuloso ritual refleja la alta sensibilidad de los gatos hacia su entorno y su exigencia por la comodidad.